Enseñanza de la Filosofía. Por: Juan Manuel Garrido

No es primera vez que el Mineduc hace una propuesta de este tipo. Cabe suponer que se basa en buenas intenciones: mejorar la educación de jóvenes que hoy no salen del liceo con competencias suficientes en lenguaje y matemáticas, entre otros. Las personas del Mineduc seguramente piensan que destinar horas a la filosofía parece un lujo innecesario o una pérdida de tiempo.

Sin embargo, una propuesta de este tipo sólo puede explicarse por la ignorancia de sus autores. Filosofía se ha cultivado en sociedades  y épocas de la historia muchísimo más precarias y menos equitativas que la chilena actual. Las compentencias lingüísticas y lógicas generadas por la lectura y producción de textos filosóficos es insustituible, y a la vez aplicables a todas las otras áreas del conocimiento y del quehacer profesional.

Evidentemente, no se necesita ser filósofo para pensar. Pero tampoco se necesita ser matemático para ser capaces de pensamiento abstracto, ni ser poetas para saber expresarse correctamente. Para pensar, hablar correctamente, y manipular objetos ideales —cosas que todos tenemos que hacer en nuestra vida profesional— se necesita aprender literatura, matemáticas y también filosofía.

Es triste, es insólito tener que explicarle a los funcionarios del Mineduc algo que la civilización occidental ha sabido desde siempre. Lo que debe pedirse es más y mejor filosofía en los colegios. Sobre todo en el Chile de hoy, que parece urgido por comprender lo que nos está sucediendo y por encontrar mecanismos efectivos y perdurables para la transformación de la realidad.

Juan Manuel Garrido
Director del Doctorado en Filosofía UAH