De la providencia divina a la investigación experta: Entrevista a Martín Bernales y su proyecto Fondecyt sobre la arqueología de la pobreza
El académico del Instituto de Teología y Estudios Religiosos, Martín Bernales Odino, se adjudicó el proyecto Fondecyt de iniciación n°11240853, titulado “Hacia una arqueología de la pobreza: el nacimiento del pobre moderno como tipo sociopolítico de gente (1778-1863)”
Bernales Odino investigará el nacimiento del pobre moderno como tipo sociopolítico de gente (1778-1863) a partir del método arqueológico y genealógico articulado por Michel Foucault, complementado por innovaciones provenientes de la epistemología histórica y de la arqueología filosófica postfoucaultiana. Conversamos con el académico para saber más sobre este proyecto.
En una visión general ¿De qué se trata del proyecto Fondecyt que te adjudicaste «Hacia una arqueología de la pobreza: el nacimiento del pobre moderno como tipo sociopolítico de gente (1778-1863)»?
A partir de la segunda mitad del s. XVIII, varios filósofos comienzan a preguntarse por el modo de remediar la pobreza. Los análisis a los que esas preguntas dan lugar, no sólo supondrá una novedad disciplinaria, sino que también testimonian la emergencia de un modo moderno de problematizar la pobreza. Según se ha sostenido, ese modo se caracteriza por dejar de considerar la pobreza como el producto de un designio divino y preguntarse por la posibilidad y el modo de superarla. En este periodo comenzarán a proponerse diversas maneras no sólo de mejorar las condiciones de la vida de quienes la padecen, sino también de conocer sus vidas y los factores que explican la pobreza de los pobres. Mi proyecto se dirige a avanzar la comprensión de dicha problematización moderna mediante la investigación de sus condiciones de posibilidad epistemológicas. En particular, examinará una de ellas, a saber, el modo cómo quienes fueron calificados como pobres devieron un tipo sociopolítico de gente, esto es, un objeto de una investigación experta.
¿Cuál fue la motivación principal detrás de la elección de este tema de investigación?
La pobreza parece tener al menos dos características: nos parece como algo dado, algo que siempre ha estado ahí y, al mismo tiempo, algo que tenemos que pareciera que nadie ni nada puede cambiar. La motivación de mi investigación se vincula a sacudir esta naturalidad y mostrar las condiciones de posibilidad históricas, y por lo tanto, contingentes, sobre las cuales descansa nuestro modo de comprender y actuar respecto de la pobreza.
¿Podrías describir la metodología utilizada para llevar a cabo esta investigación? ¿En qué se basa?
Utilizo herramientas metodológicas de la filosofía de Michel Foucault y de la epistemología histórica post foucaultiana, en especial, los estudios de Ian Hacking. Ambas propuestas comparten una premisa metodológica común que constituye un elemento central de mi hipótesis de trabajo, a saber, indagar acerca de un objeto epistémico implica investigar las condiciones históricas de su producción. Esta premisa exige combinar el análisis filosófico y el estudio historiográfico. Es por ello que, por el lado filosófico, tendré que identificar y analizar los elementos que formaron una región epistemológica, esto es, un ámbito de discusión racional y autopolémico antes que existieran las ciencias sociales. Por el lado historiográfico, por su parte, me deberé servir de fuentes para identificar los conceptos y describir las técnicas socio-epistémicas usadas en el sistema institucional de socorro que comenzó a forjarse en la segunda mitad del s. XVIII en Hispanoamérica.
¿Qué aspectos del período 1778-1863 te parecieron más relevantes para abordar la arqueología de la pobreza?
La delimitación del periodo está determinada, por un lado, por el nacimiento de un sistema de socorro moderno cuya emergencia puede datarse a partir del establecimiento de la policía de los pobres en España en el año 1778. Dicho inicio se justifica porque está relacionado a la elaboración de una técnica de formación y observación que, en distintos lugares de la península ibérica, debía realizarse en los Hospicios para pobres y en las Diputaciones de Caridad que conformaban la policía de los pobres. Algunas de estas instituciones viajaron a América y se instalaron acá en distintos momentos. En Chile, por ejemplo, el primer hospicio para pobres parece haber sido fundado en Santiago en 1804 y, luego, en distintas ciudades del país hasta bien entrada la segunda mitad del s. XIX.
Al interior del sistema de socorro que conforman, entre otros, los hospicios, se desarrollan técnicas de investigación. Una de ellas la he llamado de observación y se despliega a partir de las visitas a las casas de quienes son calificados (o están en vías de ser calificados) como pobres. En 1863, Concepción Arenal publica en España una regulación de la observación de los pobres a propósito de las visitas que visitadoras realizan a sus hogares. Su libro es un manual para ser usado por los actores del sistema de beneficencia español y por organizaciones, como las Hermanas de la Caridad, que trabajaban y seguirán trabajando como visitadoras en varias repúblicas americanas, incluida la república de Chile. Sin perjuicio de la importancia de este texto en los territorios de habla hispana, Arenal no innova conceptualmente, sino que recoge una elaboración que tenía al menos cuarenta años. Con ella cierro el periodo que estudiaré.
¿Cómo cree que la comprensión del nacimiento del pobre moderno puede contribuir a la comprensión de la sociedad de esta época?
Existen muy importantes estudios historiográficos sobre el periodo que estudiaré. Ellos han avanzado elementos fundamentales para comprender la sociedad de esta época. Mi trabajo se apoyará en ellos en muchas cuestiones, pero intentará delimitar algo distinto a lo que en ellos se encuentra, a saber, las novedades epistemológicas que se articulan a propósito del problema de la pobreza. Con ello espero recuperar lo que Gastón Bachelard llamó una región epistemológica donde la pobreza devino un problema a partir del cual se delimitó, antes del nacimiento de nuestras ciencias sociales, un espacio racional y autopolémico. En algún sentido, el estudio del nacimiento del pobre moderno permitirá identificar los objetos, los conceptos y las técnicas de investigación desarrolladas en lo que algunos podrían llamar la prehistoria de las ciencias sociales. Esa identificación, por su parte, permitirá advertir cuan dependiente son los objetos de investigación sociales de las técnicas de investigación.
¿Cuáles crees que serán los mayores desafíos a enfrentar durante la investigación?
El primer desafío será combinar el análisis filosófico de los elementos que formaron una región epistemológica y el estudio de fuentes historiográficas. Cada uno de esos ámbitos presenta problemas específicos, algunos de ellos muy complejos. El segundo desafío será articular de modo adecuado los ajustes metodológicos que permitan estudiar aspectos políticos que sean epistemológicamente relevantes.
¿Cómo esperas que los resultados de este proyecto influyan en futuras investigaciones en el campo?
Si bien la arqueología del saber y la genealogía forjadas por M. Foucault ofrecen herramientas conceptuales fundamentales para este tipo de trabajo, no hay todavía un método comúnmente aceptado por los especialistas para llevar a cabo estudios filosóficos que puedan continuar el trabajo que el filósofo francés realizó con tanto éxito. Los lectores de Foucault han elaborado algunas líneas de integración, sea proponiendo vínculos con otras tradiciones filosóficas, sea utilizado algunas de sus conclusiones o premisas metodológicas para el desarrollo de investigaciones en disciplinas distintas a la filosofía. Sin embargo, hasta el momento, no se ha articulado conceptualmente lo que podríamos llamar una arqueo-genealogía. Espero que los ajustes metodológicos que busco articular para analizar el problema de la pobreza contribuyan en esta tarea que está en curso.
¿Cuál crees que podría ser el impacto potencial de tu trabajo en la sociedad en general?
Lo diría usando una metáfora espacial: mi trabajo es como conocer la casa que habitamos, estudiando algunos de los elementos a partir de los cuales ha sido construida y diseñada. Si este trabajo es bien realizado podremos ordenar esos elementos para que, como en un mapa, nos permitan analizar lo construido y diseñado y, quizás, aventurarnos a pensar alternativas que usen otros materiales y/o que abran espacios para que entre otra luz y otros aires.