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Egresada del Magíster en Estudios de la Imagen UAH, Mane Adaro, participó como curadora de importante exposición en México

4 enero, 2023
  • Hasta el 5 de marzo de 2023 se encontrará en el Centro de la Imagen de Ciudad de México, la exposición “Incardinaciones” de la artista chilena Eugenia Vargas-Pereira.

La muestra que fue presentada como parte del Festival Internacional de Fotografía de México 2022, organizado por el Centro de la Imagen y en donde Chile fue el país invitado para la ocasión, es una selección de obras de Vargas-Pereira, quien desde la década del setenta, ha creado una extensa producción de imágenes que sitúan su propio cuerpo como centro extendido de memorias y vivencias.

La curatoría realizada por la egresada del Magíster en Estudios de la Imagen y miembro del Centro de Estudios Mediales de la Facultad de Filosofía y Humanidades UAH, Mane Adaro, aborda el sentido de territorio a partir de la obra feminista de Eugenia Vargas-Pereira, con una selección que comienza en 1977 y finaliza en 2013.

Según explica Adaro en su sitio web, en Incardinaciones, las autorrepresentaciones de Eugenia Vargas-Pereira en espacios naturales e interiores, son el resultado de la encarnación situada y la práctica de la acción que pone el cuerpo en la imagen desde un repertorio crítico y ecofeminista.

 

Además, señala que “frente a la cámara fotográfica, el cuerpo es el territorio desde donde articula un alcance colectivo de figuraciones dinámicas y multiestratificadas. No hay inercia o pose en la imagen, más bien una “hermenéutica” del cuerpo: una interpretación abierta donde la experiencia personal es parte íntegra de la reflexión acerca del género, la cultura y la crisis ambiental”.

La curaduría de Incardinaciones se encuentra desplegada en tres salas del Centro: la primera expone la explotación y cosificación cultural de las mujeres y los animales; en la segunda prevale la práctica del fotoperformance y la experiencia con la materialidad de la naturaleza (barro, junco de humedal); la tercera sala agrupa trabajos vinculados al fuego y al uso y contaminación del agua.

Mane Adaro es egresada del Magíster en Estudios de la Imagen y miembro del Centro de Estudios Mediales

Mane Adaro es egresada del Magíster en Estudios de la Imagen y miembro del Centro de Estudios Mediales

Conversamos con Mane Adaro, sobre lo que fue el proceso de curatoría de la exposición, las herramientas entregadas por el Magíster en Estudios de la Imagen UAH que actualmente aplica en su desarrollo profesional y más.

 

¿Cómo se da la instancia de ser curadora de esta importante muestra?

En el año 2022 me encontraba realizando una investigación y edición de un libro impreso sobre la obra de la artista Eugenia Vargas-Pereira, cuando se dio la oportunidad de realizar una curaduría sobre su trabajo en el Centro de la Imagen, en Ciudad de México. Esta instancia fue impulsada gracias a las políticas de internacionalización que lleva a cabo la Secretaría Ejecutiva de las Artes de la Visualidad del Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio en Chile, con gestoras como Ximena Moreno y Daniela Aravena Jordan. Contexto que contó, además, con la colaboración de Johan Trujillo Argüelles, directora del Centro de la Imagen de México. En este proceso de mujeres gestoras y en el marco del Festival Internacional de Fotografía de México 2022, la invitación incluyó una muestra sobre la obra de Paz Errázuriz curada por Andrea Aguad y una colectiva de jóvenes autoras chilenas realizada por Cecilia Miranda, curadora del Centro de la Imagen.

¿Qué nos puede comentar sobre el proceso de curatoría que tuvo la exposición? 

La curatoría general del Festival Internacional de México 2022 hace referencia a la idea de Territorios. En este proceso me interesó retomar los cruces que desde mediados de los años 70 viene desarrollando Eugenia Vargas-Pereira en temas de género, crítica cultural y problemática medioambiental.  A un nivel curatorial, para mi principalmente era importante destacar su trabajo en Fotoperformance (la acción del cuerpo mediada por la cámara fotográfica), para dar a conocer el cuerpo no en su forma representacional, sino como estado, como motor de memoria y ejecución.  Igualmente, dar a entender que las preocupaciones y urgencias que se experimentan hoy con respecto al análisis de la naturaleza y su destrucción formaron parte de los discursos vanguardistas de algunos movimientos artísticos de los años 70 y 80, como es el ecofeminismo en el espacio del arte. Aunque la autora nunca se ha denominado así, fue determinante plantear su trabajo fotográfico como concepto de acción y movimiento y a la vez proponer un cuerpo que construye figuraciones políticas. 

Denominada Incardinaciones, la muestra es abiertamente feminista, con una propuesta que sitúa al cuerpo desde la experiencia situada; el cuerpo como territorio, o como extensión de este. Así, la curaduría sugiere diversos planos y lecturas que aluden a la cosificación y radicalidad de una economía y cultura occidental que estructura, expropia y sacrifica los cuerpos (humanos/animales, naturaleza).

Sin embargo, a partir de las acciones de Eugenia Vargas-Pereira con las distintas materialidades utilizadas, la propuesta expositiva no solo pretendió una postura crítica, sino que propiciar los lenguajes afectivos, místicos, lúdicos, sensoriales y corporales que se encuentran en las obras, en la interacción de la artista con la materialidad precaria y denostada culturalmente. Me refiero al uso que Eugenia Vargas-Pereira otorga al barro, a la totora, a las vísceras de animales asesinados, a las bolsas de plástico e incluso al agua, en tanto recurso primordial de la vida, frágil, pero visualmente pregnante.

¿Cuáles fueron las herramientas otorgadas por el MEI para su formación profesional y artística?

Un posgrado con estas características solo puede aportar herramientas para quienes nos interesamos en las imágenes, la cultura y el mundo material. En mi práctica profesional me ha ayudado a ordenar mis ideas y obviamente a expandirlas, puesto que, ha sido importante entender el universo de las imágenes en una dimensión técnica, pero, además, como factor crítico, tecno-cultural. En este sentido, desde muchos ángulos, el MEI me ha dado confianza para profundizar en temas que antes hubiese sido inimaginable.

¿Cuál fue el principal desafío que tuvo realizando esta curatoría en México?

El mayor desafío fue tratar con la extensa trayectoria artística de Eugenia Vargas-Pereira, en virtud de que no se trataba a un nivel curatorial de resumir perspectivas, sino de transitar por nuevas propuestas y percepciones. Otro desafío es el espacio expositivo, pues es un elemento de exploración y énfasis del discurso curatorial.  Es decir, si pensamos en fotografías fijas y naturaleza, me interesaba potenciar el contenido crítico y también de inmersión que las propias obras contienen. 

¿Algún mensaje para las próximas generaciones de profesionales que están pensando en especializarse en el MEI?

Personalmente soy una agradecida por haber realizado el Magíster en Estudios de la Imagen. A cada persona que me pregunta lo recomiendo totalmente. El MEI tiene una malla curricular muy completa y totalmente actualizada que lo hace ser un magíster muy valioso, dada la rapidez y las posibilidades en que se desenvuelve el mundo de las imágenes. A un nivel micro y macro de conocimiento, el MEI cumple muchas perspectivas, pero también y tal como lo valoro, debo decir que fue un tiempo de estudio muy entretenido, de calidad humana, fuera y dentro de la Universidad.