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El escritor José Carlos Agüero participó del seminario abierto del Magíster en Literatura Latinoamericana

24 junio, 2020

Con una alta convocatoria se realizó la  clase abierta del Magíster en Literatura Latinoamericana, dictado por la académica Lucero de Vivanco, para escuchar al escritor José Carlos Agüero: Historiador, escritor e investigador sobre el tema de violencia y memoria histórica, y autor de Los Rendidos. Sobre el don de perdonar.

«La naturaleza de este documento es algo indefinida. Por su forma agrupa relatos cortos, a media carrera entre reflexiones y apuntes biográficos de una época de violencia. Llamémoslos textos de no-ficción, sencillos, para no enrarecer más el entreverado campo de la memoria. Sin embargo su contenido no es arbitrario. Da vueltas sobre diferentes dimensiones relacionadas con mi condición: ser hijo de padres que militaron en el Partido Comunista del Perú-Sendero Luminoso», son las palabras de Agüero para presentar sus escritos y reflexiones sobre la época del conflicto armado interno en el Perú.

El autor les habló a los estudiantes del Magíster en Literatura Latinoamericana sobre su libro del conflicto armado y sus actores, desde la mirada de él, un hijo de padres combatientes de Sendero Luminoso, ejecutados durante una de las épocas más oscuras en el Perú y sobre el acto de perdonar.

Nuestra académica y Doctora en Literatura Universidad de Chile, Lucero de Vivanco es la responsable de este seminario en el magíster que ha tenido diversos invitados internacionales este semestre como: Francesca Denegri, Pontifica Universidad Católica del Perú; Claudia Salazar, escritora peruana residente en Nueva York; Valeria Grinberg-Pla, Bowling Green State University, EE.UU; Alexandra Hibbett, Pontificia Universidad Católica del Perú y Cynthia Vich, Fordham University, EE.UU.

 ¿Cuáles son las temáticas más relevantes abordadas en la clase?

— El seminario que dicto en el Magíster de Literatura Latinoamericana aborda la literatura peruana producida en las últimas décadas, cuyo foco de atención está puesto en la representación del periodo de violencia vivido en el contexto del conflicto armado entre Sendero Luminoso y el Estado peruano (1980-2000), y en los procesos de memoria concomitantes a dicho período de la historia peruana que están quedando inscritos en las narrativas, tanto textuales como audiovisuales.

Las preguntas que orientan el seminario son preguntas teóricas que pueden servir para mirar la literatura de otros países latinoamericanos en las que también se han vivido situaciones de violencia política y se construyen memorias al respecto. Son preguntas referidas al testimonio, a las representaciones de violencia, las configuraciones de la víctima, el trauma y su transmisión generacional, las estrategias involucradas en la construcción de memorias y, en general, a las expresiones discursivas de la justicia y los derechos humanos.

Se piensa la literatura como una opción discursiva más para debatir sobre estas cuestiones en el ámbito cultural, social y político.

En tus palabras ¿qué entrega el magíster a los estudiantes?

 —El Magíster en Literatura Latinoamericana distingue como su ámbito de estudio principal la producción literaria de nuestro continente. A partir de ahí, se pueden problematizar, por ejemplo, nuestras identidades culturales y la interacción entre literatura, cultura y sociedad. Se trata de poner en contacto la producción literaria con las reflexiones teóricas y críticas más recientes, vinculándolas con los contextos sociales y culturales en los cuales emergen los textos. Dada esta perspectiva, desarrollada por ejemplo, en mi seminario, los estudiantes profundizan en el conocimiento de la literatura peruana (y de otros países o regiones latinoamericanos), pero también robustecen sus herramientas teóricas y críticas para comprender más complejamente los contextos sociales y culturales. 

 — ¿De qué manera estos invitados internacionales aportan y nutren al Magíster?

—Al inicio de este semestre, cuando la circunstancia nos «obligó» a funcionar de manera virtual, me di cuenta que todos estamos igual de lejos pero igual de cerca también. Así que decidí llamar a especialistas de distintas partes del muno, colegas con quienes colaboro regularmente en la investigación de estos temas, y los invité a participar en mis clases. Los elegí según su especialidad y el tema de cada sesión y confirmé 7 invitados. Es una experiencia única porque la clase se enriqueció tremendamente con esta incorporación: se multiplicaron los puntos de vista y las propuestas interpretativas. Los estudiantes están muy motivados con esta experiencia «internacional». Esto es algo que no quisiera perder aún cuando volvamos, en algún momento, a la modalidad presencial.