
Florencia Castro, nos contó sobre su investigación como doctoranda de Filosofía UAH: «Adivinación y filosofía en las filosofías socráticas»
- Su tesis está enfocada en demostrar la importancia epistemológica que tuvo la adivinación en la ideología de Sócrates y el grupo de filósofos socráticos.

Florencia Castro
Antes de ser parte del Doctorado en Filosofía UAH, Florencia Castro se graduó de la Universidad Nacional de Cuyo en Argentina, donde, debido a su interés por la filosofía antigua y helenística, fue becaria y trabajó en equipos de investigación enfocados en esta temática, bajo la tutela de Claudia Mársico y Rodrigo Illarraga, ambos académicos de la Universidad de Buenos Aires.
“Aunque mi tema de investigación de licenciatura fue sobre filosofía helenística y romana, al entrar al doctorado decidí dar un giro hacia las filosofías socráticas, un ámbito que está viendo un revival desde los últimos 30 años. Actualmente me encuentro escribiendo mi tesis y participo como ayudante en el Seminario de Magister de Trinidad Silva”, explica la doctoranda.
Durante el mes de marzo, Florencia fue una de las organizadoras del primer Workshop Latam de Jóvenes Investigadores de Filosofías Socráticas donde, durante dos jornadas, estudiantes de Doctorado en Filosofía de diferentes universidades pudieron exponer sus investigaciones para recibir comentarios de académicos expertos en el área de estudios para poder complementar sus trabajos. Conversamos con ella sobre este encuentro y también acerca de la tesis que está desarrollando.
¿De qué trata la investigación de tu tesis?
Actualmente trabajo en mi tesis que tiene de título tentativo «Adivinación y filosofía en las filosofías socráticas». Este trabajo busca evidenciar el papel epistemológico de la adivinación antigua (que comprende un grupo amplio de prácticas, desde la interpretación de signos y fenómenos naturales hasta la lectura de vísceras de víctimas sacrificiales) en el pensamiento de Sócrates y los filósofos socráticos. Si bien los discípulos más famosos de Sócrates fueron Platón y Jenofonte, junto a ellos estudio los mal llamados «socráticos menores», que incluye el grupo de los Megáricos, Cirenaicos, Cínicos, eleáticos y erétricos, entre otros filósofos como Esquines de Atenas y Simón el Zapatero.
¿Por qué quisiste trabajar en torno a ese tema?
Desde siempre me interesaron la magia y la adivinación, lo oculto y lo esotérico. En mis estudios previos estos temas aparecieron de la mano de Cicerón y su tratado sobre la adivinación. La inquietud creció hasta tomar la forma de un proyecto de tesis. En la Grecia clásica la adivinación era una práctica arraigada en la vida cotidiana de las personas y formaba parte integral del culto oficial. Era un deber honrar a los dioses y buscar comunicarse con ellos para tener orientación, encontrar cursos de acción favorables, como en el caso de una batalla, para acordar matrimonios y saber el momento adecuado para realizarlos, para emprender viajes, realizar cultivos, para eliminar plagas, curar enfermedades y purificar las ciudades, etc. Así es que descubrí un nuevo campo de estudio dentro de lo que se llama comúnmente la «religión griega».
Lo que reforzó mi necesidad de estudiar estos temas fue la realización de que muchas de esas prácticas adivinatorias siguen vivas en nuestro mundo actual. Por ejemplo, un sacrificio animal es lo que hoy conocemos como asado. Muy sumariamente se ofrece a los dioses una víctima, se «leen» sus entrañas (en búsqueda de anomalías, forma, color, textura, etc.), se cuece la carne al fuego, se dedica una parte a los dioses y se come el resto comunitariamente.
Otro ejemplo es el resurgimiento de los estudios sobre astrología, la interpretación de signos o símbolos (tokens, como las runas o monedas), la manipulación de los cuatro elementos o lecturas de rasgos faciales o huellas digitales (utilizadas por la tecnología). Todas estas prácticas que quizás hoy se reducen al estatus de pseudociencias, en la antigüedad clásica, en la Grecia de los filósofos socráticos, eran no sólo materia de políticas de estado, sino que formaban parte de la reflexión filosófica.
Este año fuiste la encargada de organizar un coloquio con especialistas internacionales, ¿cómo evalúas la experiencia y qué nos puedes comentar acerca de esta actividad?
Este año organicé el primer Workshop Latam de Jóvenes Investigadores de Filosofías Socráticas, con el apoyo de mi tutora de tesis Trinidad Silva (UAH) y mi cotutor Rodrigo Illarraga (UBA). El principal objetivo fue apoyar a doctorandos latinoamericanos que se encuentran trabajando en filosofías socráticas para compartir su investigación y recibir el feedback de especialistas del área.
Participamos siete estudiantes de distintas universidades y siete académicos que comentaron las exposiciones. Con inspiración en el Elevator Pitch, se organizó que cada estudiante presentase en diez minutos su proyecto doctoral y un académico le comentase, para luego pasar a preguntas y respuestas generales.
Otro punto interesante del workshop fue que los y las académicas debían manejar los idiomas español y/o portugués, ya que se priorizó que las presentaciones fueran en los idiomas de los estudiantes expositores.
Contamos con la participación de Claudia Mársico (UBA), Kirk Sanders (University of Illinois at Urbana-Champaign), David Konstan (NYU), Richard Fernando Buxton (Colorado College), Rodrigo Illarraga (UBA), Trinidad Silva (UAH) y Silvio Marino (Universidades de Brasília).
En lo personal, la experiencia fue muy enriquecedora y útil para mi investigación. Mi comentarista fue David Konstan y sus recomendaciones bibliográficas fueron sumamente interesantes y me llevaron a reconsiderar algunas de mis tesis específicas. Por otro lado, considero que este tipo de actividades son necesarias para mostrar quiénes están investigando estos temas a nivel internacional y brindan la posibilidad de poder establecer redes de contacto académico más sólidas.

Workshop Latam de Jóvenes Investigadores de Filosofías Socráticas
¿Cuál es tu visión del estado actual de la investigación y los estudios filosóficos desde Latinoamérica?
La producción científica latinoamericana en el ámbito de la filosofía antigua es realmente fuerte y tiene un amplio alcance internacional. Me atrevo a ofrecer una cifra que da cuenta de la relevancia de los estudios en Latinoamérica de filosofías socráticas a nivel nacional e internacional: en el congreso internacional Socrática V (2022) organizado por la International Society for Socratic Studies (ISSS), de 48 participantes, el 25% era de Latinoamérica (siendo las únicas dos personas de Chile, de UAH). La próxima reunión regional de la ISSS se realizará en noviembre de este año con doble sede en Río de Janeiro y Buenos Aires, donde nuevamente la UAH estará presente.
Considero que, frente a los obstáculos que existen en Latinoamérica (falta de recursos económicos para asignar a las áreas de humanidades, el acceso a la bibliografía y los libros), el esfuerzo de los y las académicos/as latinoamericanos por presentar trabajos de la más alta rigurosidad es excepcional y todavía queda mucho camino por andar en términos de políticas públicas.
¿Cómo ha sido tu experiencia hasta el momento en el Doctorado en Filosofía?
Mi experiencia en el Doctorado en Filosofía UAH ha sido excelente hasta el momento. Si bien hay exigencias y demandas propias de estudiar un doctorado, desde que fui admitida al programa sentí mucho apoyo de parte de los y las profesores de planta, todo el personal de apoyo y gestiones administrativas. Estoy muy contenta de haber elegido este programa que me permite investigar los temas que propongo y con el soporte de una académica especialista en el área, como lo es la profesora Trinidad Silva, que me guía con rigurosidad y disciplina, pero también con calidez humana, cualidades que no abundan y son francamente destacables.