Noticias

Ricardo Piglia: “El traductor es el mejor lector que uno pueda imaginar”

7 noviembre, 2013

Ve la conferencia completa aquí:

 

Dar a conocer las circunstancias que hacen posible la revitalización de la novela a través de la traducción en contextos históricos y culturales diferentes, fue el principal objetivo de la charla “Novela y Traducción”, que ofreció el destacado escritor argentino Ricardo Piglia en el Aula Magna de la UAH, durante su reciente visita a Chile.

Invitado por el Departamento de Lengua y Literatura y el Consejo Nacional de la Cultura y las Artes, el autor destacó la relevancia que la traducción y la literatura comparada tienen en el mundo de la literatura, como áreas de reflexión que establecen conexiones entre textos, tradiciones y culturas diversas.

“La traducción siempre ha estado desvalorizada como lectura porque muchas veces se considera una lectura empobrecedora del texto. Sin embargo, lo que nos propone es trasladar un texto a otro contexto, otra tradición, donde la jerarquía y los valores de los textos pueden modificarse, y desde este punto de vista es una de las grandes categorías de la literatura contemporánea”, afirmó.

La relación entre algunas obras originales de William Faulkner y las traducciones que de ellas hizo Jorge Luis Borges, es un buen ejemplo de ello –afirmó Piglia, recordando como la novela “Las palmeras salvajes”, una novela menor del autor norteamericano, superó en América Latina la popularidad de otras creaciones suyas traducidas al castellano.

“La traducción es una práctica cultural intensísima, que nos pone frente a la cuestión de lo que quiere decir un original, y en este sentido Borges trabajó en forma ardua incorporando, incluso, soluciones que buscó en su propia prosa, para resolver con más economía lo que Faulkner trató de trasmitir en el momento de escribir el texto”.

El autor de “Respiración artificial” y “Prisión perpetua”, también abordó el rol del traductor como agente transmisor de conocimiento, a quien calificó como un lector extraordinario. “Uno de los pocos que en el mundo contemporáneo lee el texto con un detallismo y un interés extremo y desde una posición tremendamente concreta, desde una lectura que intenta captar de manera muy precisa el sentido presente en el relato, para transmitirlo”.

Ricardo Piglia, quien ayer recibió del gobierno de Chile el Premio Iberoamericano de Narrativa Manuel Rojas, destacó además que la historia de las traducciones está ligada a la de las incorporaciones y apropiaciones que una literatura hace de corrientes y tradiciones externas y por lo tanto, está ligada a demandas del presente.

“Las traducciones no son nunca inocentes. Los textos que se traducen, se eligen porque hay cierto interés en conectar eso que se traduce con algo que se está discutiendo en el momento en que esas traducciones se realizan, si podemos imaginar traducciones que no sean plenamente comerciales”.

Piglia, quien en ocasiones ha señalado que la traducción democratiza el acceso a la literatura al construir relaciones entre la literatura y públicos más amplios, aprovechó la ocasión para hacer una crítica a las corporaciones editoriales españolas que divulgan traducciones en jerga española que, a su juicio, “ni siquiera hablan en una plaza de Madrid”.

“Debemos discutir este tema con editores, críticos y escritores, porque se trata también de la persistencia de la lengua propia, de los matices del castellano y de la gran tradición literaria que está siendo puesta en cuestión por una suerte de política monopólica de los grandes grupos editoriales españoles”, señaló.