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Sebastián Vidal, académico del Departamento de Arte UAH, nos contó sobre la curaduría de “CAYC Chile | Argentina | 1973 – 1985 – 2022. La exposición olvidada y una lectura a cuatro artistas chilenos”

18 abril, 2022
La muestra que fue visitada en su inauguración en Argentina por el Presidente de Chile, Gabriel Boric, contó con la curaduría conjunta de los historiadores del arte Mariana Marchesi, directora artística del Bellas Artes de Argentina y Sebastián Vidal Valenzuela, académico del Departamento de Arte UAH
 

Presidente chileno Gabriel Boric en «CAYC Chile | Argentina | 1973-1985-2022. La exposición olvidada y una lectura a cuatro artistas chilenos» curaduría conjunta de los historiadores del arte Mariana Marchesi, directora artística del Bellas Artes de Argentina y Sebastián Vidal Valenzuela, académico del Departamento de Arte UAH.

Desde el mes de abril, se presenta en el Museo Nacional de Bellas de Argentina, la muestras “CAYC Chile | Argentina | 1973 – 1985 – 2022. La exposición olvidada y una lectura a cuatro artistas chilenos”, que se centra en dos muestras emblemáticas del Centro de Arte y Comunicación (CAYC), la primera que nunca pudo presentarse en Chile debido al Golpe Militar de 1973 y que cuenta con una exhibición de 143 heliografías de 68 artistas, que estuvo décadas guardada en los depósitos del Museo Nacional de Bellas Artes de Chile. La otra exhibición, corresponde a “Cuatro artistas chilenos en el CAYC”, que se exhibió en Buenos Aires, en 1985, e incluye las obras de cuatro artistas chilenos referentes de la escena artística nacional: Gonzalo Díaz, Eugenio Dittborn, Alfredo Jaar y Carlos Leppe.

Conversamos con Sebastián Vidal Valenzuela, académico del Departamento de Arte de la Universidad Alberto Hurtado, quien realizó la curaduría junto a Mariana Marchesi, Directora Artística del Museo Nacional de Bellas Artes de Argentina, para que nos contara sobre su experiencia realizando este gran trabajo de investigación, que fue presentado desde noviembre de 2020 a marzo de 2021 en el Museo de Bellas Artes de Chile y ahora lo hace en su homónimo de Buenos Aires.

 

¿Qué nos puede comentar sobre la exposición recién inaugurada “CAYC Chile | Argentina | 1973 – 1985 – 2022. La exposición olvidada y una lectura a cuatro artistas chilenos”?

La exposición son dos muestras en una, la primera, consignó 143 heliografías de 68 artistas desde el Centro de Arte y Comunicación (CAYC) de Buenos Aires, la que debió haber llegado a Chile para ser inaugurada en el mes de octubre de 1973, pero debido al Golpe de Estado quedó atrapada en la aduana y quedó guardado durante 47 años en los depósitos del Museo Nacional de Bellas Artes. De ahí su nombre, ya que quedó olvidada por completo. Luego con mi co- curadora, Mariana Marchesi, Directora Artística del Museo Nacional de Bellas Artes de Argentina, seleccionamos la exposición “Cuatro artistas chilenos en el CAYC”, que se exhibió en Buenos Aires, en 1985 y que contempló las obras de cuatro artistas emblemáticos chilenos como son: Eugenio Dittborn, Alfredo Jaar, Gonzalo Díaz y además del trabajo del “padre de la performance chilena”, Carlos Leppe.

Estos cuatro artistas hicieron un trabajo que incluyó diversas instalaciones, intervenciones, obras dentro del espacio, así que nosotros le dimos el carácter de una lectura, porque muchas de estos trabajos tuvimos que reconstruirlos, haciendo una pesquisa muy grande, para poder dar con las imágenes y de alguna forma rehacerlas, en lo posible con las obras que se hicieron en esa época, siempre con el consentimiento de cada artista.

 ¿Cómo se gestó la alianza para poder presentar un trabajo tan importante en Chile y Argentina?

El Departamento de Arte de la Universidad Alberto Hurtado, en conjunto con la Universidad de San Martín (Argentina), venimos realizando desde el 2017 en adelante, una serie de encuentros a los que nosotros les denominamos “transcordilleranos”, que son semanarios académicos que hicimos primero en Buenos Aires y posteriormente en el Museo Nacional de Bellas Artes de Chile, con quien la Universidad de San Martín, tiene un convenio para la realización de estas jornadas y a partir de estos encuentros, mi paper donde abordaba esto, resultó de interés común para ambas instituciones.

En ese momento, con Mariana Marchesi, mi co-curadora, quien es la experta CAYC en Argentina, decidimos comenzar a trabajar en conjunto para transformar lo que en un momento era una discusión de papers académicos en algo materializado, como es una exposición que pudiera estar abierta al público.

Luego de esto, los directores de los Museos de Bellas Artes de Argentina y Chile, tanto Andrés Duprat como Fernando Pérez, ambos arquitectos con una visión muy abierta, quisieron de alguna manera que este proyecto pudiese ser exhibido en cada país, porque es un trabajo que siempre fue binacional.

¿Cómo fue el proceso de curaduría en conjunto con Mariana Marchesi?

Fue algo muy curioso, porque hacer una curaduría por Zoom es algo poco usual, pero por la pandemia tuvimos que adaptarnos y hacerla de manera virtual. Hicimos muchísimas sesiones virtuales, durante meses, pensando e imaginando el espacio. Trabajando con planos en abstracto, ideas, borradores. En este sentido, cuando ya teníamos claro lo que íbamos a hacer y culminamos la investigación, fuimos recibiendo el apoyo de coleccionistas y colaboradores. Fue un proceso muy virtual en el cual tuvimos muy pocos días para montar, tanto en su exhibición en Chile como ahora en Argentina. Por eso, para el trabajo en terreno solo nos queda dar las gracias a los equipos museográficos de ambos países.

 

¿En qué deben poner énfasis los estudiantes que se están formando como artistas?

El énfasis puede estar dado en buscar mecanismos que les permitan a sus obras crecer y estos mecanismos involucran, no trabajar solos, hacer alianza con teóricos, académicos, profesionales de otras áreas que les puedan aportar a sus creaciones.

 

¿Cuál es la importancia de que estudiantes sigan estudiando y descubriendo este tipo de registros históricos entre Chile y Argentina?

Para mi la importancia que tiene es el valor de la reciprocidad, solidaridad, del encuentro entre ambos países, donde nos separa solo una frontera, un hito geográfico. Nuestros pueblos son muy ricos en una historia artística muy común y las artes tienen mucho más punto de encuentro de lo que se cree, por eso hay que seguir investigando las similitudes entre Chile y Argentina, para abrir nuevos paradigmas de encuentros entre ambas sociedades. Por eso, esta exposición que estuvo en ambos países ha sido un punto muy bonito de encuentro. Además, próximamente la editorial de la Universidad Alberto Hurtado, editará un libro sobre encuentros artísticos de Chile y Argentina durante los últimos siglos.